8 consejos para aprender un idioma desde casa
Puede parecer una idea ridícula: ¿aprender un idioma sin
salir de España? ¿Desde tu propia casa? ¿Sin un
profesor? ¿Sin hablantes nativos cerca? ¿Entre cuatro
paredes?
Pues te sorprenderías. Sabemos que lo primero que te viene a
la cabeza son los frustrantes ejercicios de gramática y las
interminables listas de vocabulario. Olvídate de eso,
¡tienes muchas cosas a tu alcance para potenciar de verdad
tus habilidades lingüísticas desde casa! Aunque si prefieres
alejarte de tu zona de confort te aconsejamos
colegio internacional Madrid
Aquí te decimos cómo:
1.- Sigue haciendo actividades que te gusten... sólo que
hazlas en tu lengua meta
Es un hecho: sea cual sea la nueva habilidad que estés
aprendiendo, es muy probable que sientas cierta adversidad
hacia ella si, para adquirirla, tienes que hacer cosas que
no disfrutas.
Por ejemplo, si no eres un ávido lector, no tiene ningún
sentido que decidas de repente que vas a leer todos los
clásicos franceses, por ejemplo: eso sólo te llevará al
aburrimiento y la frustración. Pero si, por el contrario,
eres un gran aficionado a la música, ¿por qué no te pasas a
la música en tu idioma de destino?
De nuevo, no tiene sentido que empieces a escuchar música
country para practicar tu inglés si en realidad la odias y
te gusta más el rock, por ejemplo. Google te proporcionará
un montón de grupos y artistas extranjeros de tu género
preferido. Lo mismo ocurre con las películas o los podcasts:
ya sabes lo que te gusta, sólo tienes que encontrar el
equivalente en el idioma que estás aprendiendo.
De este modo, no sólo mejorarás tus conocimientos del idioma
sin sentir que te esfuerzas, sino que también crearás
hábitos agradables para toda la vida.
2.- Ameniza tus tareas diarias con un aprendizaje
divertido
Uno de los incómodos efectos secundarios de estar en casa es que de repente te das cuenta de la
cantidad de cosas que hay que hacer en el hogar: limpiar,
lavar la ropa, ordenar... ¡Y no me hagas hablar de esto
cuando hay niños en casa!
Así que, ya que vas a tener que hacer todas estas cosas
aburridas de todos modos, ¿por qué no intentas ser más
productivo acompañándolas de una actividad lingüística
divertida?
Ese podcast en inglés que elegiste (siguiendo nuestro
consejo anterior, ¿recuerdas?) sería perfecto para olvidarte
de lo molesto que es hacer la cama. Del mismo modo, fregar
el suelo del cuarto de baño sólo puede mejorarse cantando el
estribillo de esa canción en inglés que acabas de descubrir:
¡haz que tus vecinos se unan y haced un karaoke!
3.- Practicar la expresión y la comprensión oral
Las destrezas lingüísticas se han dividido tradicionalmente
en 4: leer, escribir, escuchar y hablar. Las dos primeras
probablemente parezcan más fáciles de practicar desde casa,
mientras que las segundas pueden ser más desafiantes.
No olvides que hay mucha gente en todo el mundo que está
exactamente en tu misma situación, lo que sólo puede
significar una cosa: ¡intercambio de idiomas en línea! Si ya
tienes un amigo que es nativo de tu lengua de destino, ponle
en contacto con Skype (o la herramienta que prefieras) y
ofrécele tu propio idioma a cambio. Una simple búsqueda en
Google también te llevará a varias plataformas que están
llenas de personas interesantes con tus mismas necesidades.
4.- Inscríbete en un curso de idiomas online
Incluso antes del brote de Coronavirus, las clases online
han experimentado un aumento de popularidad, por lo que
muchas escuelas y profesores han adoptado esta modalidad de
aprendizaje. Dada la situación actual, cada vez son más las
instituciones que ofrecen sesiones online a precios muy
ajustados; verás que el uso de herramientas y otras
tecnologías recrean excelentes clases presenciales y muchas
de ellas incluso permiten elegir entre sesiones en grupo o
individuales.
5.- Lleva la inmersión lingüística a tu casa
Seguro que lo has oído a menudo: la mejor manera de aprender
un idioma es viajar al extranjero y sumergirse en la lengua
y la cultura. Pues bien, ya que no puedes hacerlo en este
momento, ¡recrea esa situación en tu casa!
Es tan sencillo como rodearte del idioma: crea tarjetas
didácticas y colócalas por toda la casa para verlas a
menudo, cambia la configuración del idioma en tu teléfono y
en tu ordenador portátil, o haz que tu cocina sea
internacional preparando platos extranjeros a partir de
recetas en tu idioma objetivo.
6.- Busca un compañero de estudio
Probablemente esto no sea nuevo para ti, pero tener a
alguien con quien compartir la motivación es muy importante
para asegurarte de que realmente haces las cosas
adecuadamente. Puedes
proponerle la idea a un familiar o a un compañero de piso y
conseguir que se una al reto.
Además de organizar juntos actividades relacionadas con los
idiomas y animaros mutuamente, podéis incluso convertirlo en
una competición. ¿Quién es capaz de decir más frases que
contengan 3 palabras nuevas que hayáis aprendido en un día
determinado? ¿Quién puede escribir un texto utilizando el
tiempo verbal que acabáis de estudiar?
7.- Establece un objetivo para cada sesión de aprendizaje
Aunque no te sientes a estudiar a fondo, intenta fijarte un
objetivo para cada pequeña acción que realices en tu
aprendizaje. Puede ser algo tan sencillo como entender lo
esencial de algo que has escuchado sobre un tema concreto, o
identificar 5 palabras que crees que te serán útiles en
algún momento de ese libro que estás leyendo.
Pero cuidado, no hay que ser demasiado ambicioso. De hecho,
esto suele provocar decepción y desánimo, así que mantén tus
objetivos sencillos y alcanzables siendo realista sobre la
fase en la que te encuentras en tu proceso de aprendizaje.
8.- No confíes en la fuerza de voluntad
Es un hecho: la mayoría de nosotros carece de fuerza de
voluntad. Desgraciadamente, tendemos a cometer el mismo
error una y otra vez: empezamos un nuevo reto pensando que
el entusiasmo es suficiente para mantenernos en el camino,
sólo para quedarnos sin fuerzas unos días después.
Planifica con antelación: si has llegado a este punto,
significa que acabas de coger una buena cantidad de ideas
sobre cómo aprender un idioma desde casa. No pienses
simplemente "Oh, sí, definitivamente lo haré", sino que
piensa realmente en cuáles son realistas para ti. Anótalas y
busca un hueco diario para ellas.